La importancia que el
ejercicio tiene para nuestras
vidas hace que se levanten en torno a él muchos mitos e informaciones
erradas que se expanden sin una razón ni origen certero. Muchas veces
ese tipo de creencias populares se basan remotamente en algo que puede
llegar a ser cierto y otras veces son tan lejanas a la realidad que
asustan, no por lo que implican en sí sino por el hecho de que alguna
persona pueda llegar a creerlos verdad y por ello aplicarlos.
- Mito N°1: Nuestro peso subirá al doble si dejamos de hacer ejercicio.
Este tipo de ideas son las que de primera alejan del ejercicio a
quienes a todas aquellas personas con sobrepeso que deben necesariamente
hacer ejercicio pero que tienen miedo de no poder controlar su
voluntad. Este mito se basa más que nada en aquellos que han hecho
ejercicio durante mucho tiempo y que dejan de hacerlo sin reducir las
cantidades de calorías.
El hecho de comer lo mismo sin hacer el ejercicio habitual
evidentemente genera un aumento de peso y por ello se ha generalizado el
concepto y se piensa popularmente que al dejar de hacer ejercicio
nuestro peso se duplica. La mejor manera de hacer frente a esta creencia
y de no tener que sufrirla es el tener en cuenta que al dejar de hacer
ejercicio debemos reducir la ingesta calórica para que no sea muy
abrupto el cambio de hábito.
- Mito N°2: Si no sentimos dolor al día siguiente de ejercitarnos es porque no lo hemos hecho lo suficiente.
El hecho de sentir dolor no está directamente relacionado con la
cantidad de ejercicio sino con la costumbre de nuestro cuerpo a hacerlo.
El no sentir dolor luego de un
entrenamiento no significa
necesariamente que nos nos hayamos ejercitado lo suficiente sino que
nuestro cuerpo pudo soportar tranquilamente la cantidad de ejercicio que
hayamos hecho.
El dolor aparece por lo general en aquellas personas que no están
acostumbradas a determinada intensidad de entrenamiento y que por ello
en las primeras sesiones se sienten doloridas. Ese dolor se va yendo con
el tiempo y el cuerpo va generando resistencia a distintas intensidades
de ejercicio lo que es sin duda algo muy bueno
- Mito N°3: Haciendo abdominales podremos conseguir un estómago plano.
En primer lugar, es bueno señalar que el hacer abdominales o
cualquier otro tipo de ejercicios para el abdomen fortalecerá estos
músculos pero a largo plazo. Es importante este punto que refiere a los
tiempos ya que mucha gente piensa que los resultados del ejercicio
abdominal tienen que verse inmediatamente y esto rara vez ocurre.
Lo primero para un abdomen plano es el perder grasa del vientre a un
ritmo constante y luego de esto se puede hablar de fortalecer los
abdominales y lucir un abdomen plano.
- Mito N°4: El mejor momento para ejercitarse es por la mañana.
El hacer
ejercicios en la mañana no es lo ideal si luego durante el
día tenemos muchas cosas que hacer y mucho trabajo al que dedicar
nuestra mente y nuestro cuerpo. Si este es nuestro caso lo más
recomendable es el realizar ejercicios por la tarde o por la noche para
que de esta forma nuestro cuerpo se pueda recuperar correctamente de el
gasto y el desgaste sufrido al ejercitarse.
- Mito N°5: Correr quema más calorías que caminar.
La diferencia entre correr y caminar está en la intensidad de cada
una de las actividades. El correr le dará a nuestro corazón un mejor
ejercicio debido al aumento de la frecuencia cardíaca pero no por ello
es correcto decir que el correr quema más calorías que el caminar.
El resultado final en cuanto a la pérdida de peso será el mismo, lo
que importa entonces es la distancia y la intensidad no la actividad en
sí.
- Mito N°6: Si no sudamos no estamos perdiendo peso.
La sudoración es una forma de pérdida de agua corporal y por ello es
importante que mantenerse hidratado durante el régimen de entrenamiento.
En si se trata de un proceso corporal que ayuda a mantener los niveles
de sal del cuerpo y el balance hídrico. Si bien la sudoración implica y
hace referencia a sesiones fuertes y extenuantes de ejercicio, se trata
solamente un signo no un factor de pérdida de peso ni de quema de
calorías.
- Mito N°7: El ejercicio es la única vía para ponernos en forma.
Muchas personas no disfrutan de los ejercicios sino que más bien les
resultan un calvario. No es necesario hacer ejercicio específicamente si
no nos gusta siempre y cuando adaptemos nuestra rutina a hábitos
cotidianos saludables que de manera enmascarada nos ayuden a
ejercitarnos. Subir las escaleras, dejar el automóvil y caminar, sacar a
pasear al perro, bailar, jugar al aire libre pueden ser opciones
saludables para remplazar rutinas de ejercicio siempre y cuando se
tengan incorporados como hábitos cotidianos.
Por otra parte si lo que nos nos gusta es la monotonía de los
entrenamientos de gimnasio podemos dedicarnos a practicar algún deporte o
actividad física que disfrutemos y que no asociemos tanto con el
ejercicio sino más con la diversión.
- Mito N°8: El ejercicio con el estómago vacío produce mejores resultados.
Este mito es totalmente errado y además peligroso. El hacer ejercicio
con el estómago vacío implica el estar abusando fuertemente de nuestros
cuerpos y de su capacidad. Es importante el comer al menos una pequeña
comida antes de ir al gimnasio para darle energía a nuestro cuerpo y no
sentirnos mal luego o incluso desmayarnos por la falta de alimento.
- Mito N°9: Si hacemos ejercicio es importante incluir grandes porciones de proteínas a nuestra dieta.
No hay duda de que las proteínas son uno de los nutrientes más
importantes para nuestro cuerpo y que es bueno el incorporar una buena
cantidad de ellas a nuestra dieta diaria. Sin embargo, su ingesta en
cantidades demasiado grandes siguiendo este mito puede llegar a alterar
el metabolismo y causar desequilibrios nutricionales, deshidratación y
hasta problemas en los riñones.
- Mito N°10: Ejercitarnos en casa no genera los mismos resultados que el ir al gimnasio.
El gimnasio hoy en día se ha vuelto una moda por la importancia que
se le da a los equipamientos y a el tener que estar en un ámbito de
ejercicios. Se trata de una costumbre del hoy que no tiene nada que ver
con resultados sino con el hecho de la interacción social y el ámbito
propicio para el ejercicio que allí se genera.
No obstante, si tenemos
un caminador o una bicicleta fija en casa y nos disponemos a utilizarla,
los resultados serán exactamente los mismos que obtendríamos en el
gimnasio.
A diario nos bombardean con consejos, productos y aparatos para ejercitarnos pero no necesariamente con
información que haga a nuestra salud. Muchas de las cosas que se dicen en torno al ejercicio y al fitness, como hemos visto, son erradas.
Lo mejor es
acudir a profesionales del deporte que puedan asesorarnos
cuando tenemos este tipo de dudas ya que nunca está demás el conocer un
poco mejor nuestro cuerpo y las actividades y rutinas que más lo
benefician.