martes, 26 de agosto de 2014

Calmar el dolor muscular después del ejercicio

Sentir dolor después de una rutina de ejercicios intensa es normal e indica que nos estamos esforzando para lograr los resultados que queremos, pero igual es molesto a la hora de realizar nuestras actividades cotidianas.

Es causado por los desgarros que se producen en las fibras musculares y por las toxinas y el ácido láctico que se desprende de las células al hacer alguna actividad física que requiera de mucha energía.

Si bien es cierto que a medida que hagamos más ejercicio, el dolor será cada vez menos frecuente, mientras llega ese momento, lo que queremos es que desaparezca y aunque el reposo ayuda bastante, a veces podemos hacer más que dejarnos caer en la cama.

Calmar el dolor muscular después del ejercicio


Colocar una bolsa de hielo en la zona afectada puede ayudar a calmar el dolor. Aunque no está comprobado científicamente, por mucho tiempo se ha utilizado el agua congelada como un analgésico natural. Es importante tomar en cuenta que antes de volver a empezar con el ejercicio hay que "calentar".

Estirarse es una buena opción. Expertos aseguran que hacerlo antes y después del ejercicio ayuda a relajar los músculos, pero hay que tener cuidado, no podemos hacerlo hasta que duela porque podría provocar más molestias.

Masajear suavemente la zona afectada también ayuda a liberar la tensión y toxinas causantes de este estado.

Un buen baño reparador nos prepara para reposar hasta que el dolor haya disminuido o desaparecido.

Es importante recordar que aunque es típico que aparezca dolor después de ir al gimnasio, si se siente en un solo lugar, no desaparece durante varios días o impide la movilidad, se debe consultar a un médico para determinar cuál es la causa del padecimiento.

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